El edificio de espectáculos más típico y conocido del mundo romano es el anfiteatro. Se han llegado a documentar más de 200 en todo el Imperio, pero pocos como este, situado junto al mar. Su ubicación junto al Mediterráneo convierte su contemplación en la postal más icónica de Tarragona.

El Anfiteatro Romano de Tarragona fue edificado a principios del siglo II d. C., y tiene unas dimensiones de 130 por 102 metros. En él se realizaban todo tipo de espectáculos, desde representaciones de teatro hasta luchas de gladiadores y cacerías de animales, así como ejecuciones públicas, entre ellas las de los primeros mártires cristianos.

Fue construido en una pendiente pronunciada cerca del mar, aprovechando el desnivel natural de la piedra para cortar en ella una zona de las gradas, con capacidad para unos 14.000 espectadores. Su excepcionalidad consiste en que sobre el edificio romano se construyó una basílica en el siglo VI dedicada a los mártires y, posteriormente, en el siglo XII, una iglesia románica.

Los restos de la iglesia medieval de Santa María del Milagro permanecen sobre un cuarto de la antigua arena romana. En realidad, se trata de una iglesia románica del s. XII que oculta en su interior la base de una antigua basílica visigoda del siglo VI.

Parc de l’Amfiteatre romà
43003 Tarragona
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